Desarrollo Sostenible con Ecoturismo: un reto y una oportunidad

Parque Nacional Canaima, Venezuela, foto Gaby Carías

En el libro Ecoturismo Naturaleza y Desarrollo Sostenible de Héctor Ceballos se trata de forma extensa el tema de esta práctica, y aunque data de 1998 tiene plena vigencia en nuestros días. Hemos tomado algunos fragmentos para dar a conocer la importancia que tiene acercar el turismo a la naturaleza, también los riesgos y las exigencias que esto conlleva para quienes lo practiquen o dirijan, especialmente los entes gubernamentales.

Según el autor, el segmento del turismo que está experimentando el mayor dinamismo en su crecimiento es el turismo basado en la naturaleza, que incluye al ecoturismo,  se muestra como una opción factible tanto para conservar los patrimonios natural y cultural de diversos países y regiones como para fomentar el desarrollo sostenible.

Mérida, Venezuela, foto Gaby Carías

¿Quién no ha padecido la triste experiencia de llegar a un lugar al que visitamos hace unos años, y la verdad muchas veces no tantos, para encontrarse un espacio totalmente depredado, sin la belleza que guardan nuestros recuerdos,  con mas construcciones, mas desechos y menos naturaleza?.

Foto cortesía Maria Helena Bellorín, Isla de Margarita, Venezuela

Al respecto el gran reto y a la vez riesgo que se presenta, es no caer en los errores que han convertido a muchos sitios de playa virgen y pintorescos puertos y aldeas del litoral en el insípido y degradado paisaje (natural y cultural) que es hoy. Sería lamentable que ahora se dirigiese la mirada al interior de muchos países con la misma mentalidad del negocio rápido y fácil que significa la imposición de patrones de un turismo barato, artificial y vulgar. 

Río Caribe, Venezuela, pueblo que lucha por sus tradiciones, foto cortesía José Rodríguez

El turismo a nivel mundial, dice Ceballos, tiene que convertirse en un fenómeno de desarrollo sostenible que ayude a preservar justamente los valores, tanto naturales como culturales, que constituyen la base del atractivo turístico y a ofrecer nuevas opciones socioeconómicas a las poblaciones locales, sobre todo en ciertas áreas rurales deprimidas

En varios países europeos, especialmente en Alemania los gobiernos están imponiendo la obligación de que las agencias operadoras tengan un limpio comportamiento verde, so pena de perder sus licencias, y ello implica que utilicen hoteles que tengan un elevado respeto por el entorno.

Muchas veces el daño ecológico que se causa en el medio natural es reversible, a costa de grandes inversiones en su regeneración. Sin embargo, la pérdida de sustancia e identidad culturales son normalmente irreparables, algo que ni los más abundantes recursos financieros o técnicos pueden recuperar. 

En varios países europeos, sobre todo España, Italia y Grecia y de manera muy especial en el litoral mediterráneo de dichas naciones, las pérdidas culturales provocadas por el turismo, de manera especial durante los últimos treinta años han sido terribles. Decenas de pueblos y aldeas, particularmente de pescadores, han sufrido el embate inmisericorde de un turismo masivo y ramplón que los han convertido en sitios vulgares, desprovistos de todo atractivo natural y tradicional. Sin embargo, este desarrollo desenfrenado está ya empezando a pagar las cuentas vencidas. 

Foto gratis Internet

Son cada vez más los turistas que ya no desean visitar estos sitios, otrora llenos de belleza, y hoy convertidos en muestras anodinas de la desbocada sociedad de consumo. La disminución del turismo en muchas de las playas del Mediterráneo y el Báltico se debe a esta degradación cultural, que ha sido vertiginosa y avasalladora.

En todo el mundo, las áreas naturales y especialmente los parques nacionales y otras áreas protegidas, con sus paisajes, flora y fauna silvestres -aunado a aquellos rasgos culturales que puedan estar allí presentes – constituyen atracciones notables para los habitantes locales y para los turistas. 

Isla de Margarita, Venezuela,foto Maria Helena Bellorin

En el caso de Latinoamérica, si bien sigue manteniendo su sabor autóctono,  culturalmente exótico y con zonas naturales vírgenes aún, en la mayoría de los países existe también el factor de riesgo e inseguridad, la inestabilidad social, poca legislación de protección ambiental y la aún deficiente oferta de servicios a nivel de infraestructura.

Foto cortesía de Isadora Valero

El turismo bien manejado y controlado puede aportar numerosos beneficios socioeconómicos a un país o una localidad, en términos de generación de divisas extranjeras, creación de empleos locales, estímulo a las economías nacional y local, así como propiciar la paz y el entendimiento entre naciones e incrementar la conciencia y la educación ambientales. Pero para ello es preciso contar con estructuras administrativas apropiadas, así como lineamientos adecuados de planeación, diseño y construcción de equipamiento turístico, a fin de que el turismo beneficie y no degrade al entorno natural. 

Además, la «capacidad de carga» necesita definirse en relación a los objetivos de manejo de cada área y habrán de diseñarse estructuras administrativas y físicas apropiadas que mantengan el número y la modalidad de visita de los turistas dentro de dicha capacidad de carga, para evitar avalanchas humanas que en todos los casos significa depredación.

En momentos de dificultades económicas a nivel mundial, el hecho de revalorizar los recursos locales (naturales, históricos, gastronómicos, culturales, deportivos) supone una fuente de recursos económicos para la generación de empleo y una excelente herramienta de promoción y marketing que tienen mucho que ofrecer.

Bahia de Mochima, Venezuela, Foto cortesía Gaby Carías

Pero también es verdad  que existe el peligro de que negociantes y promotores sin escrúpulos, fingiendo ser «empresarios ecoturísticos», obtengan permisos oficiales para desarrollar actividades que son dañinas al entorno natural y/o cultural. Las autoridades gubernamentales y las ONGs deben mantenerse alertas a fin de detectar estas iniciativas y detenerlas a tiempo.

Información: Libro  Ecoturismo, Naturaleza y Desarrollo Sostenible. Autor: Héctor Ceballos, editorial Diana, México, 1998.