Algo no apestará mas en Río de Janeiro

Miramundo por Gabriel Rumor

The statue of Christ the Redeemer is seen with the Sugar Loaf mountain at back in Rio de Janeiro

Gracias a los juegos olímpicos del próximo año, pondrá fin Rio de Janeiro a la degradación de la laguna de Rodrigo de Freitas, que ha durado ya tres siglos y es responsable con frecuencia del mal olor en la axila izquierda del emblemático Cristo Redentor del Corcovado.

A un costo de 20 millones de dólares, deberá ponerse coto a un problema que, de otra manera, impediría las competencias de canoísmo, y desde ya ha generado satisfacción entre los miles de ciclistas, caminantes y corredores que cada día se dan cita en sus alrededores, haciendo de tripas corazón a una pestilencia que llega a ser vomitiva, como en marzo pasado cuando toneladas de peces muertos flotaron en la superficie.

 La laguna ocupó en algún momento una superficie tres veces superior, entre la playa de Ipanema y el bosque de Tijuca, pero fue reduciéndose por las descargas de desechos derivados de la urbanización de la antigua capital brasilera, a pesar de que recibe agua del Atlántico a través de un canal y agua dulce de tres rios que caen en cascada de las montañas circunvecinas.

Rio, favelas

Como suele ocurrir, las autoridades insisten en minimizar la situación y destacan los esfuerzos en años recientes para realzar su potencial recreativo, pero deben admitir que aún existen trece ductos irregulares que vierten sus porquerías en el canal que conecta la laguna con el mar.

El Guardian londinense informa que uno de los potentados más ricos de la ciudad invirtió parte de su fortuna en un proyecto de purificación, hasta que una serie de negocios desafortunados lo llevaron casi a la ruina y con ella, volvió la pestilencia a enseñorearse en la laguna.

También se reanimó la controversia entre quienes responsabilizan a las favelas de las colinas circundantes y los que acusan a los ricos condominios de sobornar a los funcionarios municipales para descargar en silencio sus desechos, mientras otros atribuyen el problema a la proliferación de un pez endémico que priva de oxígeno a la laguna y, al morir, levanta ese mal olor que fue siempre tolerado hasta que el compromiso olímpico obliga a tomar medidas correctivas.

Rio2

Así que el gobierno federal y la municipalidad de Rio comenzarán en agosto la construcción de cuatro ductos de amplio diámetro debajo de Ipanema, para inyectar más oxígeno a las aguas de la laguna y facilitar a los peces salir hacia el océano, y ampliarán la playa vecina de Leblón, cuyas arenas han venido llenando el canal a lo largo de estos últimos años.

Una vez solventada la situación, gracias a los Juegos Olímpicos, los funcionarios de la antigua capital afirman que los deportistas podrán surfear  sin necesidad de portar máscaras protectoras o vacunarse en previsión de cualquier enfermedad…

Varsovia Mayo 2013.

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